Epilepsia
Juan del Reino Unido
el príncipe Juan Carlos Francisco (en inglés HRH Prince John Charles Francis, 12 de julio de 1905 - 18 de enero de 1919) fue un miembro de la Familia Real Británica, y el hijo menor del rey Jorge V del Reino Unido y su esposa, la reina María. Fue un príncipe enfermizo y sufría de epilepsia, y permaneció recluido por sus padres durante gran parte de su vida, apartado de la vida pública.
El príncipe Juan (que recibió los nombres John Charles Francis) nació en York Cottage, en la propiedad de su familia en Sandringham, en Norfolk, (Inglaterra). Su padre era Jorge, el príncipe de Gales, segundo hijo y heredero del rey Eduardo VII y de la reina Alejandra de Dinamarca; su madre era la princesa María de Teck, única hija de Francisco, duque de Teck (de origen alemán) y de María Adelaida de Cambridge, nieta a su vez de Jorge III de Inglaterra. En el momento de su nacimiento, el príncipe Juan pasó a ocupar el sexto lugar en la línea de sucesión del trono británico.
El príncipe Juan sufrió su primer ataque epiléptico a los cuatro años. No asistió a la coronación de su padre, que tuvo lugar el 22 de junio de 1911. En 1910, tras el fallecimiento de su abuelo, sus padres se convirtieron en reyes de Gran Bretaña.
Con doce años su condición empeoró notablemente, y se instaló en Wood Farm, cerca de Sandringham House. El príncipe Juan pudo disfrutar allí de una vida feliz aunque limitada, pues fue apartado de todo acto público en el que participaban sus padres y hasta sus hermanos. Estuvo al cuidado de una niñera, Charlotte Bill (1875-1965), a la que llamaba afectuosamente Lala, y también tuvo a su servicio una cocinera, un cochero, una doncella y hasta un tutor privado, Henry Peter Hansell (1863-1935). El príncipe, al que afectuosamente todos llamaban Johnnie, también tenía un jardín privado donde plantaba y pasaba la mayor parte de su tiempo. Poseía un gran número de juguetes y libros. Se cree que su epilepsia era producida por un leve autismo que padecía
El príncipe Juan falleció en Wood Farm el 18 de enero de 1919. Sus padres no se encontraban allí, sino que estaban en el Palacio de Buckingham. Fue enterrado el 21 de enero en el cementerio de la iglesia donde había sido bautizado 13 años antes.
Desde entonces, ningún miembro de la Familia Real Británica se atreve a darle nombre de Juan (John) a su hijo varón por fatalismo y superstición que la muerte prematura del joven príncipe les causó una fuerte influencia e impresión negativa.
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