Rey Carlos Gustavo de Suecia
El rey Carlos Gustavo no ha tenido una vida fácil y por eso su pueblo siempre lo ha respetado y querido. Su niñez fue trágica porque su padre, el príncipe heredero Gustavo Adolfo, duque de Västerbotten, murió en un accidente automovilístico cuando él tenía 7 meses de nacido, por lo que fue criado y entrenado para el trono (al que subió a los 27 años) por su abuelo, el legendario rey Gustavo Adolfo VI, quien fue su mentor. Su madre, la princesa Sibylla de Sajonia-Coburgo (prima segunda de su esposo, y ambos bisnietos de la reina Victoria de Inglaterra) nunca se adaptó a vivir en Suecia y fue anulada en la corte, por lo que no pudo intervenir en la crianza de sus hijos. Carlos Gustavo también tuvo que combatir la dislexia, que le hizo sufrir mucho, porque durante años el problema era tan grande que no podía leer ni escribir, lo que lo acomplejó desde pequeño, "porque se esperaba mucho de mí".
El rey siempre ha comentado públicamente que crecer sin tener un padre fue muy triste, y su hermana, la muy sincera princesa Birgitta, ha dicho que los cinco hermanos (cuatro mujeres y un varón) crecieron "en una casa real de una disciplina demasiado estricta, de una austeridad casi cruel, donde las preguntas de los niños no eran contestadas y si teníamos miedos o ansiedades, el silencio total era lo único que nos acompañaba". Una infancia en que su abuelo era su mentor y protector, pero también un hombre de una disciplina férrea que hizo muy difícil y muy falta de afectos la vida de su nieto.
Princesa Victoria - futura reina de Suecia
La futura monarca de Suecia es bien educada y bien informada en una variedad de áreas. Ella se describe como a la tierra, entusiasta y dice tener un gran sentido del humor.
La Princesa Victoria está en gran demanda como un embajador de empresas suecas de éxito en la cultura, el arte y el diseño, los campos que se divierte. Su entusiasmo y conocimiento hacen de ella una representante muy apreciada de Suecia. La princesa heredera es accesible, trabajadora y respetuosa de las tradiciones.
La futura monarca de Suecia ha tenido una extensa educación. La Princesa Victoria comenzó su educación formal en las escuelas públicas locales, el cambio a una escuela privada, cuando comenzó sus estudios de secundaria. Se graduó en 1996 con buenas calificaciones a pesar de tener dislexia, lo que significaba que tenía que dedicar una gran cantidad de tiempo y energía a su trabajo escolar.
Los estudios universitarios de la princesa y otras instituciones académicas constituyen una parte importante de su educación -, como heredera al trono se debe mantener continuamente en una amplitud de conocimientos en temas sociales. Ha hecho cursos individuales en los que es mucho más importante aprender que obtener un título académico específico.
Princesa Beatriz de York
La princesa Beatriz de York reveló que leer los libros de Harry Potter cuando era más joven le ayudó a superar su dislexia. La hija mayor del príncipe Andrés y Sara, Duquesa de York, dijo que el haber tenido dislexia significó tener que batallar a la hora de leer un libro, antes de descubrir los famosos libros de la autora JK Rowling.
La nieta de la reina describió cómo la primera novela de la serie, “Harry Potter y la piedra filosofal”, infundió en ella un amor por la lectura, “desde ese momento no pude dejar los libros”, mencionó.
De acuerdo al Telegraph, la princesa (de 24 años), habló al respecto en un video mensaje grabado con motivo del festival de literatura “Get Reading”, que se celebrará en el centro de Londres la próxima semana. En el video, Beatriz lee un extracto de cuatro minutos de la aclamada novela.
“Pensé que les contaría una breve historia sobre por qué leer es tan importante para mí y por qué necesitamos que más jóvenes lean en Londres”, Beatriz menciona al presentar su lectura. “Cuando era más joven fui diagnosticada con dislexia, lo cual significaba que para mí sentarme frente a un libro era algo muy difícil, hasta que descubrí los libros de Harry Potter, y este personaje este niño de 11 años que de repente es enviado a la escuela por primera vez capturó toda mi imaginación, y de pronto leer era algo divertido. Leer fue inspirador y motivante.Desde ese momento no pude dejar los libros”.
La princesa, también describe la novela como “uno de mis libros favoritos” y “el libro que me puso a leer”.
Alfonso de Borbón y Borbón-Dos Sicilias
El rey Juan Carlos I de España y su pequeño hermano Alfonsito
Alfonso era el hijo menor de Juan de Borbón, jefe de la Casa Real española, y de la princesa María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias. Al igual que sus hermanos Juan Carlos y Margarita, Alfonso nació en Roma, ciudad en la que se hallaba exiliada la Familia Real española (Pilar, la primogénita, había nacido en Cannes, Francia).
El recién nacido fue bautizado como Alfonso Cristino Teresa Ángel Francisco de Asís Todos los Santos. Su primer nombre, Alfonso, lo recibió en recuerdo de su abuelo, el rey Alfonso XIII, fallecido pocos meses atrás. Padecía dislexia y era zurdo, como todos sus hermanos.
El día 29 de 1946 Jueves Santo, Alfonso comenzó el día acudiendo junto a toda su familia a la misa matutina. A primera hora de la tarde, Alfonso debía acudir al Club de Golf de Estoril, donde competía en la Taça Visconde Pereira de Machado, un torneo infantil de golf.Alfonso era un apasionado de este deporte, al igual que su padre, algo que le había acercado mucho a este.
Aquel día Alfonso disputó, y ganó, la semifinal de la competición. Tras ello, regresó a Villa Giralda, hogar de la Familia Real desde 1949, junto a su padre y su hermano, que le habían acompañado al torneo. La familia al completo volvería a salir una vez más, esta vez para asistir a la misa vespertina que se iba a celebrar a las seis de la tarde. Acabada la celebración eucarística, todos regresaron a la casa para pasar el resto de la tarde.
Alrededor de las ocho, Alfonso falleció de un disparo accidental. Debido al mal tiempo que hacía aquel día, Alfonso y Juan Carlos se encontraban pasando la tarde en el cuarto de juegos de la casa. Comenzaron a jugar con un pequeño revólver del calibre 22 y, en un momento dado, cuando Juan Carlos estaba en posesión del arma, Alfonso recibió un tiro. Por su pequeño calibre, el revólver era, en principio, prácticamente inofensivo a una distancia prudencial, salvo en zonas vitales, pero aquella tarde el disparo alcanzó a Alfonso en la cabeza, provocándole la muerte de forma casi instantánea.
Cuando los condes de Barcelona subieron al cuarto de juegos, Alfonso yacía sobre un charco de sangre. Pese a los esfuerzos de don Juan por reanimarle, el infante murió en sus brazos. Según Antonio Easo, amigo de Alfonso, tras cubrir el cuerpo de su hijo con una bandera de España, el conde de Barcelona exigió a Juan Carlos que jurara que no lo había hecho a propósito.
A las ocho y media, Joaquín Abreu, el médico de la familia acudió a Villa Giralda, pero no pudo hacer nada por el joven infante.
Al día siguiente, la prensa portuguesa publicó el comunicado oficial que había emitido la embajada española:
JUAN CARLOS Y ALFONSO |
Mientras su Alteza el Infante Alfonso limpiaba un revólver aquella noche con su hermano, se disparó un tiro que le alcanzó la frente y le mató en pocos minutos. El accidente se produjo a las 20:30, después de que el Infante volviera del servicio religioso del Jueves Santo, en el transcurso del cual había recibido la santa comunión.
El príncipe Carlos Felipe de Suecia presta su apoyo a la Asociación de la Dislexia, enfermedad que él padece.
El hijo de los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia asistió esta semana a un acto oficial celebrado en la sede de la Asociación de la Dislexia de Estocolmo. El príncipe Carlos Felipe ha vivido muy de cerca esta enfermedad debido a que varios miembros de su familia la padecen, incluido él, por lo que su implicación en la causa es plena.
Carlos Felipe, que visitó la sede del municipio de Sundbyberg el lunes, fue recibido a su llegada a las instalaciones por los directivos de la Asociación de la Dislexia, con los que mantuvo una reunión oficial para conocer con más detalle los proyectos que la entidad impulsa actualmente para mejorar la calidad de vida de las personas que sufren esta discapacidad.
Tras realizar un recorrido por las instalaciones, Carlos Felipe compartió unos minutos de su encuentro con una joven estudiante, que impartió una clase didáctica para el príncipe sobre las últimas herramientas que la asociación ha desarrollado para personas que padecen dislexia, con el fin de que superen su enfermedad.
El príncipe Carlos Felipe se siente especialmente vinculado a esta causa. Él mismo padece esta discapacidad, que afecta a un 5% de la población, contra la que lleva luchando desde hace muchos años al igual que sus hermanas, las princesas Victoria y Magdalena, y su padre.
El soberano sueco y la heredera al trono, Victoria, padecen un grado mayor de dislexia que Carlos Felipe y Magdalena. De hecho, el rey de Suecia ha tenido que afrontar públicamente situaciones muy complicadas con motivo de esta enfermedad, entre ellas algunas entrevistas, y de las que ha conseguido salir airoso gracias al apoyo incondicional de su esposa, la reina Silvia.
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